Al comprar tu casa, una de las primeras cosas que debes contratar es un seguro de hogar que te proteja ante cualquier imperfecto o problema que surja en la vivienda. No en vano, la mayoría de entidades bancarias lo introducen como condición indispensable para la obtención de un crédito hipotecario (muchas veces sumado también a un seguro de vida). Pero algunas dudas nos asaltan cuando somos novatos en estos temas. ¿Qué coberturas debe tener mi seguro de hogar? ¿Qué aspectos debo tener en cuenta a la hora de contratarlo?
Antes de contratar cualquier seguro de hogar es fundamental conocer las prestaciones y limitaciones que presenta. Debe contar con seguro de responsabilidad civil, asistencia legal y jurídica, así como cobertura en caso de incendio, robo y vandalismo. También es muy recomendable que incluya algunas de las reparaciones más habituales que suelen requerirse con el tiempo en las viviendas: fugas de agua, rotura de cristales, daños en aparatos electrónicos, etc.
A partir de aquí, las opciones son múltiples. Dependiendo del dinero que quieras invertir, puedes optar por pólizas más o menos completas. Algunas incluyen desde servicio de montaje de mobiliario hasta la opción de recuperación de datos y reparación remota de problemas de hardware y software, algo muy a tener en cuenta en estos tiempos donde el ordenador almacena parte importante de nuestra vida personal y laboral.
La póliza del seguro de hogar se suele renovar anualmente. Las coberturas del seguro pueden ampliarse en cualquier momento después de la firma del contrato (cambiando las condiciones económicas), por lo que puedes ir adaptándolo a las necesidades y objetos de valor que tengas en el hogar.
La mejor idea a la hora de contratar tu seguro de hogar es analizar y comprar varios y decidir cuál se adapta mejor a la vivienda. Mantener a salvo tu casa te dará la tranquilidad para disfrutar de ella. Infórmate sin compromiso.