Navegar con niños a priori puede parecer algo peligroso, ya que los pequeños no suelen ser conscientes de cómo comportarse a la hora de embarcar. Pero nada más lejos de la realidad: puede ser una gran experiencia si sabemos cómo hacerlo y tenemos en cuenta unos mínimos consejos de seguridad.
A la hora de navegar con niños es muy importante explicarles a los más pequeños qué vamos a hacer y cómo. De esta manera, ellos podrán adaptarse antes al entorno y saber qué tienen que hacer en cada momento. Una manera de organizar a los pequeños de la familia en un barco es asignarles tareas, para que estén entretenidos y se alejen del peligro.
En general, a partir de los 7 u 8 años los niños ya están preparados para aprender nociones básicas sobre navegación, así que si les queremos enseñar, no será muy complicado. Si los niños con los que vamos a navegar son menores de seis años, tendremos que tener más cuidado y estar más pendientes de ellos.
Plantear un viaje en barco para navegar con niños no debe ser igual que navegar con adultos. De esta manera, en la medida de lo posible, habría que evitar navegar de noche o dormir en el barco y gestionar muy bien el aseo y las comidas, para no caer en la desorganización o el rechazo por parte de los más pequeños. Además, también es importante tener cuidado con el sol y las quemaduras, llevando siempre la ropa y los equipos necesarios para que no surjan problemas.
Además de estas mínimas precauciones, navegar con niños puede ser un plan verdaderamente divertido tanto para ellos como para los adultos. No hay que tener miedo a enseñarles cosas nuevas y a que aprendan a apreciar la naturaleza y la vida marina. ¿Aun así no te sientes seguro? Pues visita nuestra página web, consulta nuestros seguros para embarcaciones de recreo y ya no tendrás excusa.