El turismo náutico parece que vuelve a cobrar impulso en los últimos meses, aunque comprar y mantener una embarcación sigue siendo algo caro que no todo el mundo se puede permitir. Sin embargo, existen algunas opciones para compartir barco que nos permiten disfrutar del mar y la navegación sin necesidad de asumir demasiados costes.
A grandes rasgos, podemos decir que existen tres opciones:
- El chárter náutico: se trata del alquiler de una embarcación, normalmente un velero, para pasar unas vacaciones diferentes. Se pueden elegir con patrón o sin patrón y por grupo cerrado o por personas. Son empresas dedicadas a este negocio con las que se firma un contrato que conviene revisar muy bien y asegurarse de que, llegado el momento, se cumple todo lo firmado al pie de la letra.
- Los barcos en multipropiedad: es algo similar a lo que ocurre con las viviendas. Un grupo de personas constituye una sociedad, con sus correspondientes estatutos y reglas, para compartir la propiedad del barco y fijar cómo se van a repartir tanto el uso del mismo como sus costes de mantenimiento y otros gastos.
- Las plataformas para compartir barco: quizás sea la forma más sencilla de disfrutar del mar. Un patrón ofrece su barco un día determinado para realizar algún tipo de actividad, define la ruta, cuántas plazas hay libres y el precio, y si nos interesa nos apuntamos. Las ganancias son para los dos lados: el patrón disfruta de su barco en compañía y los aficionados al mar disfrutan de su pasión a buen precio. Probablemente las opciones más conocidas sean Barco amigo y Gente para navegar.
No obstante, en cualquiera de los tres casos explicados hay que tener mucho cuidado con los aspectos legales y los seguros pertinentes, por lo que es recomendable informarse bien antes de contratar nada. Si necesitáis ayuda, aquí estamos.