El tráfico de mercancías en los puertos españoles terminó el año 2024 con unas cifras positivas, ya que se alcanzaron los 557,7 millones de toneladas, un 2,7% más que en el año anterior, beneficiándonos de diversos factores internacionales. Los mayores aumentos se dieron en el número de pasajeros de cruceros (40,8 millones de movimientos de pasajeros), contenedores (18.114.516 toneladas) y mercancía en general (278,6 millones de toneladas).

Entre los factores que han influido en estos datos positivos de 2024 podemos destacar el desvío de rutas marítimas desde Asia debido a la inestabilidad en el Mar Rojo; la recuperación del comercio internacional; la capacidad de los puertos españoles para adaptarse a las necesidades del mercado; y la reactivación del turismo y el crecimiento del interés por los viajes de crucero.

Y si hablamos de mercancías, conviene referirnos a algo de lo que normalmente no se habla, que son los conocidos como puertos secos, instalaciones logísticas que desarrollan una actividad fundamental de apoyo al transporte marítimo al permitir la transferencia de carga a otros medios de transporte, como camiones o trenes.

¿Qué actividades se desarrollan en un puerto seco? Pues podemos destacar las siguientes: carga y descarga de contenedores, almacenamiento de mercancías, seguridad, servicios de aduana, conexión entre áreas de producción y áreas de consumo, etiquetado o empaquetado y algunos servicios extra de personalización de productos.

España tiene varios e importantes puertos secos, como son el de Coslada en Madrid; Zaragoza; Azuqueca de Henares en Guadalajara; Burgos en Castilla y León o La Rioja.

Por todo ello, España cuenta con muchos elementos a favor para que la actividad en los puertos sigue aumentando en los próximos años.