¿Qué retos afronta el sector náutico español? ¿Qué hay que mejorar para garantizar un futuro mejor? En este post repasamos algunos de los principales aspectos a tener en cuenta.
La náutica de recreo en España atraviesa una situación delicada, igual que otros muchos sectores económicos, a pesar de que últimamente parece que los principales indicadores son un poco mejores. Aún así, la náutica de recreo tiene que afrontar importantes desafíos de cara a mejorar su futuro y solucionar algunos de los grandes problemas que perjudican su desarrollo.
Uno de los desafíos de la náutica de recreo en España es dar a conocer la gran variedad de deportes náuticos que existen y los valores que encierran, ya que muchas veces nos limitamos a hablar de la vela, las actividades subacuáticas o la pesca, quizás los más conocidos, olvidando que existen otros muchos como esquí acuático, windsurf, kitesurf, descenso de ríos y un largo etcétera.
Por ello, es fundamental un plan coordinado de comunicación y marketing que ponga en valor toda esta diversidad y atraiga a nuevos practicantes, que puedan disfrutar del mar, la naturaleza y el entorno en general.
El sector náutico ha estado históricamente muy vinculado a la bonanza económica, por lo que en períodos de crisis se ha resentido notablemente. Sin embargo, estamos ante un sector muy atractivo para los inversores, generador de muchos empleos relacionados con el turismo y con importantes beneficios económicos. Por tanto, una política que sepa atraer inversores al sector y mejorarlo sería fundamental, y que permitiera además a las pequeñas empresas crecer y consolidarse aprovechando el gran número de turistas que llegan cada año a nuestro país.
Un factor a tener en cuenta es el medioambiental. En España cuidamos mucho este aspecto, somos el país de Europa con más banderas azules en sus playas, pero no debemos descuidarnos y fomentar que todos los deportes náuticos sean ecológicamente limpios, reduciendo al mínimo tanto las emisiones como el impacto sobre el medio ambiente.
El tema legal daría para un largo debate, aunque parece evidente que es necesaria una regulación más clara y acorde a la realidad que vive el sector. Como lo es también el tema de los impuestos, basados en una regulación totalmente desligada de la realidad.
¿Por qué no plantear incentivos igual que tienen otros sectores como el automovilístico? ¿Cómo se podría rebajar el IVA que pagan determinadas embarcaciones y que es totalmente desproporcionado? ¿Qué criterios se podrían fijar para hacer una aportación más justa?
Por último, habría que poner cierto orden en el tema de las titulaciones y las competencias asignadas a cada una, de manera que haya rigor y exigencia en la otorgación de las mismas. Todos debemos ser conscientes de que esto no es un juego y que cualquier persona que maneja una embarcación tiene importantes responsabilidades, por lo que hay que estar lo suficientemente preparados.
¿Qué os parecen estos desafíos? ¿Apuntaríais alguno más?