La sobreexplotación de los recursos pesqueros es un grave problema con múltiples aristas. Vamos a recopilar cómo está la situación actualmente y qué posibles soluciones se pueden adoptar.

Uno de los mayores retos que afronta el sector pesquero en su conjunto es el problema de la sobreexplotación, que está acabando poco a poco con los recursos pesqueros de importantes reservas marinas. ¿A qué se debe este hecho? ¿Cómo se puede luchar contra él? Vamos a intentar analizar la situación actual.

La modernización de la pesca desde mitad del siglo XX hasta la actualidad ha hecho que se aumenten enormemente las capturas, de tal forma que casi un 75% de las reservas pesqueras en todo el mundo están sobreexplotadas o directamente agotadas según datos de Greenpeace.

Actualmente, los barcos pesqueros poseen una tecnología avanzada que permite localizar los bancos de peces, realizar grandes capturas y congelar y procesar ese pescado en alta mar, lo que ha supuesto un importante avance pero también un duro golpe para las reservas marítimas.

En la sobreexplotación pesquera también influye la falta de límites pesqueros en determinados países. Según apuntan los expertos, cuanto más claros estén los límites, menos sobreexplotación se produce.

Otro factor a evitar sería el de las capturas accidentales fruto de técnicas “invasivas” como el arrastre de profundidad o el cerco, cuyo resultado final es la pesca de especies no objetivo, de peces pequeños y de otros animales como tortugas, aves marinos o mamíferos marinos.

Junto a estos problemas no podemos dejar de hablar de la pesca ilegal, no declarada y no regulada (INDNR), que se aprovecha de la falta de capacidad de control de ciertos países en África o el Pacífico, sobre todo, para capturar gran cantidad de especies que después entran en Europa camufladas como pesca ilegal, con el consiguiente daño para el ecosistema así como para la economía de los puertos de entrada. Esta pesca ilegal podría alcanzar los 20.000 millones de euros anuales según cálculos de la FAO.

¿Soluciones? Pues parece clara la necesidad de una mayor implicación por parte de los países para luchar contra la pesca ilegal, así como un mayor rigor en el seguimiento de las recomendaciones de los científicos y expertos sobre la situación de determinadas especies y el acceso a los recursos pesqueros.

Hay acuerdos internacionales que pretenden luchar contra la pesca ilegal y extender los controles que puede haber en puertos europeos, más rigurosos, a otros países con menos recursos, pero aún así la situación está lejos de estar bajo control.

Una base de datos común con información que se comparta a nivel mundial sobre los barcos que pescan irregularmente o que no superan las revisiones sería también de gran ayuda. De hecho, está en proyecto y su ejecución sería un importante paso adelante que dificultaría el atraque de los barcos pirata.

La Unión Europea ha establecido una serie de recomendaciones para respetar los ciclos biológicos, Rendimientos Máximos Sostenibles, y ha impuesto sanciones por el incumplimiento o la dejación de funciones en la lucha contra la pesca ilegal, pero hace falta una mayor dotación de recursos tanto humanos como técnicos, y una mayor concienciación, para poder vislumbrar una solución factible a este importante problema.

¿Qué creéis que se debería hacer para luchar contra esta situación?