Las elecciones europeas del 9 de junio están en el punto de mira del sector pesquero español desde hace tiempo. En ellas está en juego gran parte del futuro de un sector con problemas de diversa índole, pero en gran medida originados por una política europea que no tiene en cuenta las peculiaridades del sector pesquero español.

Una de las quejas fundamentales de los principales actores del sector (Cepesca, Apromar o Fedepesca) es que la política pesquera impulsada desde Bruselas es excesivamente medioambientalista, lejos de un equilibrio entre la conservación de la biodiversidad, el impulso del consumo y el uso sostenido y racional de los recursos. En este sentido, el sector pesquero español aboga por la figura de un comisario específico de Pesca y por poner en valor la sentencia del pasado enero del Tribunal de Justicia Europeo que apuesta por una gestión de la pesca y la acuicultura que no sólo tenga en cuenta criterios ecologistas, sino que esté avalada por la ciencia.

Otro de los retos del sector pesquero español en las próximas elecciones europeas es la eliminación del IVA de los productos pesqueros, algo fundamental para impulsar el consumo ante el descenso brusco que se está produciendo en los últimos años, así como la lucha contra el etiquetado fraudulento de los alimentos.

Mayor flexibilidad a la hora de poder acceder a las ayudas europeas, un plan para la descarbonización de la flota y un plan de formación profesional para conseguir un relevo generacional que empieza ser urgente son otros de los retos del sector pesquero español en las próximas elecciones europeas.

Como resumen de la legislatura que está a punto de finalizar, la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo ha dado a conocer el balance de estos años: ha convocado 81 reuniones, tramitado 95 expedientes sobre la Política Pesquera Común, adoptado 22 informes legislativos, 20 informes de iniciativa propia y 26 dictámenes y 17 recomendaciones respecto a los acuerdos internacionales en el ámbito pesquero.