El sector pesquero afronta un año 2021 que se antoja decisivo para su futuro inmediato. Son muchas y variadas las circunstancias que influyen en este momento, y de cómo se resuelvan dependerá en gran parte el futuro de un sector ya tocado tras un desastroso 2020.

El sector pesquero afronta un año 2021 con importantes retos por delante. De cómo se resuelvan va a depender su futuro a medio y largo plazo, por lo que están en juego aspectos decisivos no sólo a nivel global, sino también relativos al trabajo de miles de personas que actualmente tienen en la pesca, y en su industria relacionada, su fuente de ingresos. Vamos a repasar algunos de ellos.

Como no podía ser de otra forma, es obligado comenzar por el Brexit. La negociación entre el Reino Unido y la Unión Europea está, en el momento de escribir estas líneas, en punto muerto, lo que preocupa al sector. Vincular el acuerdo pesquero con el acuerdo comercial es un acierto, pero preocupa el uso nacionalista que está haciendo el Reino Unido de este tema.

En total, 88 barcos de bandera española pueden pescar en caladeros de Reino Unido, lo que supone unos 2.150 tripulantes. Preocupa también que sólo nueve de los veintisiete países tienen asuntos relativos a la pesca, lo que implica una menor fuerza a la hora de negociar.

Los nuevos repartos y límites en las capturas de pesca son otra fuente de preocupación para el sector, tanto en el Atlántico y el Mar del Norte como en el Mediterráneo occidental. Las propuestas científicas en las que se basa la Comisión Europea rebajan la pesca en especies importantes como el gallo, la merluza o el lenguado, mientras que la situación en el Mediterráneo parece algo peor si sale adelante la reducción adicional del esfuerzo pesquero.

A nivel nacional, nos encontramos con la demanda del sector de una reducción del IVA de los productos pesqueros del 10 al 4%, al igual que otros países cercanos, lo que sería un impulso para un sector bastante dañado por las circunstancias de este 2020.

De todos es conocida la importante labor de investigación y asesoramiento que realiza el Instituto Español de Oceanografía. Por eso, preocupa en el sector su absorción por el CSIC y las consecuencias que pueda tener, ya que su trabajo es fundamental para mejorar la gestión pesquera.

En cuanto a noticias más favorables, esperamos que en 2021 se ratifique el certificado de sostenibilidad de la flota atunera, que reconoce el esfuerzo de sostenibilidad que se realiza desde hace años en el proceso integral de pesca y comercialización del atún. Algo importante que esperamos trascienda al ámbito social y suponga un espaldarazo al sector.