Hace cien años se celebró un Congreso que sentó las bases para la modernización de la pesca y muchos de sus acuerdos siguen plenamente vigentes. Repasamos aquí los más importantes.

Durante estos días de finales de noviembre, concretamente entre el 20 y el 23, aunque otras fuentes apuntan a que comenzó el día 17, se cumplen cien años de la celebración del I Congreso Nacional de Pesca Marítima, que reunió a las principales personalidades del mundo de la pesca, la política y la ciencia para abordar el futuro de un sector marcado por el final de la Primera Guerra Mundial. Curiosamente, muchas de las conclusiones y acuerdos que allí se alcanzaron siguen plenamente vigentes, como la creación de las lonjas, lo que demuestra el gran nivel de aquel encuentro.

Por ello, conviene ahora recordar de qué hablaron aquellos pioneros y qué aspectos abordados entonces siguen siendo objeto de debate hoy en día, para lo que habría que comenzar analizando la situación por la que atravesaba el mundo de la pesca en aquellos años.

Se conjuntaban una serie de factores, algunos positivos y otros negativos, que hacían que el sector estuviera en un proceso decisivo para su modernización. La guerra produjo un incremento de los costes de producción y una reducción de las capturas, ya que sólo se podía pescar de forma artesanal. Igualmente, el pescado era transportado en tren hacia las ciudades del interior, que cada vez demandaban más cantidades, sin las debidas condiciones higiénicas, y los pescadores artesanales trataban de defenderse de las empresas industrializadas.

Así las cosas, la situación era compleja y había que debatir y adoptar medidas en diferentes ámbitos. ¿Cuáles son las cosas más interesantes que se pusieron encima de la mesa y que ayudaron a modernizar el sector? Pues aspectos como la creación de las lonjas en las ciudades marítimas para ordenar la venta del pescado según llegaba a los puertos; la utilización de camiones para el transporte de la mercancía hasta las ciudades invirtiendo en cámaras frigoríficas que garantizaran su conservación; instar al Gobierno a negociar tratados pesqueros para que los barcos pudieran faenar en los bancos del norte; tratados internacionales de pesca marítima o el límite de las aguas territoriales; formación de los pescadores y fomento de las medidas de seguridad; o el seguro de embarcaciones pesqueras.

Como vemos, temas todos ellos que supusieron un impulso definitivo para un sector que se encontraba en un momento decisivo.